22 de agosto de 2009

Punto y a parte.

Ayer a estas horas cambió mi presente. Se acabó, también el pasado. Y llega un nuevo futuro, desconcertante, demasiado. Me toca afrontar los días con otras pupilas, en compañía del sonido de una voz que aún no he encontrado, que llevo tanto tiempo buscando.

Y debo sonreír a pesar de haber caído dos veces en la trampa que yo misma inventé. Conozco la salida, y saldré. Pronto. Y por supuesto voy a prometer que volveré a caer, sería una estúpida si no lo hiciera, a pesar de que sigo siéndolo cayendo. Pero son dos estupideces distintas. Si no arriesgas dicen que no ganas y a mí esta vez me ha tocado perder un partido que lleva una eternidad disputándose. Miles de prórrogas, noche tras noche, penalti tras penalti. Y gol. En propia...

No ha salido ni una lágrima. Ni una mala cara. Ni un mal pensamiento. Ni comeduras negativas de cabeza. Y por eso tengo miedo, porque todos esos ''nis'' que acabo de enumerar (qué poco me gustan las enumeraciones...) llegarán todos de golpe y sin avisar.

Y aunque he contado todo y no he contado nada, me siento en deuda con este blog y el día de ayer no podía pasar sin pena ni gloria.

Dato importante: Sabía que este momento iba a llegar, tanto aquí como en mi realidad. Y siempre había pensado en qué decir, qué hacer, cómo actuar. Bien. Voy a dejar de pensar.


2 comentarios:

*leyre* dijo...

mira bien, eh?¿ k el futuro vendra, y tiene buena pinta.... y yo estare ahi!!
un beso, tkm

Marta (Tuki) dijo...

Aún no sé de qué se trata,pero seguro que pronto pasa.Ya me contarás.

Sun will always shine!