22 de agosto de 2010

Africanus

Publio Cornelio Escipión, Africanus.
Aníbal Barca. 
La segunda Guerra Púnica.
Roma.
Cartago. 
Como pocas veces. Eso es. Pocas veces había disfrutado tanto leyendo. Sabiendo que era real, cada batalla, cada decisión. Cada traición. 

Ayer terminé esta fabulosa trilogía de Santiago Posteguillo...

Africanus, el hijo del Cónsul.
Las legiones Malditas.
La traición de Roma.


...y me sentí vacía. ¿Qué leo ahora que sea capaz de absorberme tanto como la historia de Escipión? Álex me ha recomendado la saga de Canción de Hielo y Fuego. ¿Qué opináis?

La costa. La Playa. 
Hacía años que no tenía unas vacaciones de este estilo, tan típico, tan de toda la vida. 

He querido. Lo he intentado. Y lo he conseguido. 
Encontré mi motivo. Mi razón.
Y todo es

PARA

COMPRENDER(te)

Porque sólo tengo el kit básico de herramientas para hacerlo, pero eres de una complejidad fuera de lo común y por eso debo viajar a países extraños, a buscar nuevas herramientas. Por eso. Para comprender(te)

Adiós.

8 de agosto de 2010

Un mes

Álex
He vuelto, para quedarme. En este último mes he sido muchas cosas y hoy vengo a resumirlas, porque podría pasar todo por alto aquí y continuar hoy domingo 8 de Agosto con mi vida normal. 
Pero es imposible. Imposible. 
Estella

Me levanté hace un mes a las 5 de la mañana y anoche se puede decir que fue el momento de acostarse. 
Han sido días de 30 horas y como en los polos, 30 horas con sol. 30 horas con nuestra luna. 
Primos
¡De cuántas tonterías hemos disfrutado! He disfrutado contigo. Con tu risa y con tus silencios. Con tu compañía e ideas. Con tus comidas sanas. Nuestro segundo gran viaje. 
Fútbol
Y ese balón. Ese gol. De vuelta al campo donde empezó todo. A Viena. 
Nómada
Es una extaña sensación cuando te sientes como casa en un tren cualquiera y al volver a tu ciudad te conviertes en una extranjera más. De paso, muy bonito todo. Veamos otra cosa.
Y Berlín.
Bruselas. Ámsterdam. Berlín. Wroclaw. Cracovia. Budapest. Viena. Lyon. 
Y no puedo semi-despedirme sin hablar de él. Álex. Porque se ha aprendido cada recoveco de mi mente y cada poro de mi piel en tiempo record. Porque cuida de mí. Porque está conmigo.

Seguiré informando. 

Adiós!