30 de noviembre de 2009

Lost and not found

(Como esas cosas que últimamente nunca digo. O las digo tantas veces que mis oídos ya no se sincronizan para escuchar y entender lo que mi boca dice. Como para pedir que otras orejas ajenas atiendan.
Como cada noche, te miro sin mirarte porque no estás. Toco el aire y le pregunto que qué tal el día o cómo ha ido el partido de hoy. Pero qué digo, si no te gustaba el fútbol.)

Y aprender la lección de ayer, que faltó mi mente a clase porque estaba buscando algo donde ni la gata sabe y eso que le cuento todo.


La cuerda alrededor de mi cuello se soltó el sábado. No está en mi casa, no está en el coche, no está en el coche de David, tampoco está en casa de la abuela de Daniel, no está en Cirauqui. Creo que se cayó cuando bajé con David corriendo a Estella para el sorteo del coche en la Plaza San Juan. Ojalá no sea así, porque muero. Y cualquiera que la coja, verá que es sólo una piedra del suelo y la tirará. La tirará.

Estoy desesperada. JURO QUE COMO NO LA ENCUENTRE VOLVERÉ A VIENA AL ESTADO ERSNT HAPPEL A POR OTRA. LO JURO.

Adiós.

25 de noviembre de 2009

ExpectRación

Se me hace raro estar expectante sabiendo que soy la persona que va a decidir el final de esta trama. Sabiendo que ya sé el desenlace. Y es porque mis decisiones son sólo espectros. Lo que he decidido no existe, aún. Por mucho QUE LO HAYA DICHO EL ALTO.

Te digo que sólo espero que este nuevo principio no comience por el final. Todo igual. Siempre. Sólo quiero que la trayectoria cambie, que cambiemos.

Y sé que hasta mañana no se va enterar, por eso digo ahora:

Bienvenid a tu segunda oportunidad.

Adiós.

21 de noviembre de 2009

It's about time

Walking down to the water's edge, where I have been before
If I don’t find my love sometime, I’m walking out that door
Some may come and some may go, but no one seems to be
The person I’ve been searching for, the one who’s meant for me...

Menuda semana. Ni blanca ni negra no, porque nos da resultado el gris y el gris para mí es un color bueno, porque me encanta, así que descartado. Ha sido una semana...verde oscura?

Biding my time, trying to find the heart that’s lonely
Looking for her, my love, my one and only
Maybe I’ll dream, tonight about the girl, who’ll be coming my way
So I’ll take this chance and celebrate the day
When I’m making my way through an open door
I got some love and so much more
And I’m ready, to make someone mine
Making my way through an open door
I got some love and so much more
And I’ll find her
'Cause it’s about time

Y dos mensajes menos tres llamadas dan lugar a esto: Lo nuestro. Menuda estupidez...

Tried too hard and it feels just like you’re running on thin air
Why does love happen by surprise, if you don’t really care
The past is gone; the flames are out from fires that have burned
New ideals and different thoughts from lessons I have learnt

Que no me canso de decírtelo, aquí, allí y más al fondo: Estoy desapareciendo... ¿No te das cuenta? Mira, intenta tocarme, intenta apoyarte en mí. ¿Lo ves? No estoy.

Got the feeling this could take a pretty long while, to find that smile
I’ll put my faith in another piece of good advice, well I tried that twice
Waiting for a little something more, to inspire, take me higher

¿Sabes qué? Te lo mereces.

And I’m ready to make someone mine
I’m making my way through an open door
I got some love and so much more
And I’ll find her
'Cause it’s about time


Ay, la banda sonora de mi vida, que diría yo misma una tarde de sábado conduciendo por carreteras que me llevan a ningún sitio en concreto y a todos a la vez. Pero tengo que decantarme por un lugar, una decisión, una vez más.

Adiós.

14 de noviembre de 2009

Dale, Jamie, Dale!!!

¿A que no adivináis quién estaba el lunes día 9 a la mañana en Mediayonosoytonto para comprar el nuevo disco de Jamie Cullum?

Es una gozada y la semana que viene salen las fechas de los conciertos en Europa..vendrá a España. Y esta vez no faltaré.

Por otra parte, un cuento. Su título, ''Los niños estaban solos'', de Jorge Bucay.

Su madre se había marchado por la mañana temprano y los había dejado al cuidado de Marina, una joven de 18 años a la que a veces contrataba por unas horas para hacerse cargo de los niños.
Desde que el padre había muerto, los tiempos eran demasiado duros como para arriesgar el trabajo faltando cada vez que la abuela se enfermaba o se ausentaba de la ciudad.
Cuando el novio de la joven llamó para invitarla a un paseo en su coche nuevo, Marina no dudó demasiado. Después de todo los niños estaban durmiendo como cada tarde, y no se despertarían hasta las cinco.
Apenas escuchó la bocina cogió su bolso y descolgó el teléfono. Tomó la precaución de cerrar la puerta del cuarto y se guardó la llave en el bolsillo. Ella no quería arriesgarse a que Pancho se despertara y bajara las escaleras para buscarla, porque después de todo sólo tenía 6 años y en un descuido podía tropezar y lastimarse. Además, pensó, si eso sucediera, ¿cómo le explicaría a su madre que el niño no la había encontrado?.

Quizás fue un cortocircuito en el televisor encendido o en alguna de las luces del salón, o tal vez una chispa del hogar de leña; el caso es que cuando las cortinas empezaron a arder el fuego rápidamente alcanzó la escalera de madera que conducía a los dormitorios.
La tos del bebé debido al humo que se filtraba por debajo de la puerta lo despertó. Sin pensar, Pancho saltó de la cama y forcejeó con el picaporte para abrir la puerta pero no pudo.
De todos modos, si lo hubiera conseguido, él y su hermanito de pocos meses hubieran sido devorados por las llamas en pocos minutos.
Pancho gritó llamando a Marina, pero nadie contestó su llamada. Así que corrió al teléfono que había en el cuarto (él sabía como marcar el número de su madre) pero no había línea.
Pancho se dio cuenta que debía sacar a su hermanio de allí. Intentó abrir la ventana que daba a la cornisa, pero era imposible para su pequeñas manos destrabar el seguro y aunque lo hubiera conseguido aún debía soltar la malla de alambre que sus padres habían instalado como protección.

Cuando los bomberos terminaron de apagar el incendio, el tema de conversación de todos era el mismo: ¿Cómo pudo ese niño tan pequeño romper el vidrio y luego el enrejado con el perchero? ¿Cómo pudo cargar al bebé en la mochila?
Cómo pudo caminar por la cornisa con semejante peso y bajar por el árbol?
¿Cómo pudo salvar su vida y la de su hermano?

El viejo jefe de bomberos, hombre sabio y respetado les dio la respuesta:

Panchito estaba solo...No tenía a nadie que le dijera que no iba a poder.

Y me despido con dos canciones de Jamie.
La primera, mi favorita entre las favoritas de las favoritas. No sólo de este chico, de tooodos los cantantes del mundo mundial. Es definitivamente desde las navidades de mis 14 años (cuando compré el disco Catching Tales en el aeropuerto de Barajas), mi canción.

Back to the ground, que gracias a Idoia, la pudimos escuchar en el Bar La Facultad de Pamplona. Gloria bendita, no. Lo siguiente.


Y ahora su versión del famosísísísísísímo Don't Stop de Music, de Rihanna. A mis oídos, infinítamente mejor.


Clase. Voz. Ritmo. Piano. Jamie.

Lo siento Rihanna, Jamie te ha hecho pipí en el ojo con esta versión.

5 de noviembre de 2009

A la hora pactada en tu sueño


Esta semana me he encontrado con un duende. No sé cómo se llama, sólo sé que es el primer duende moreno que veo, pero su nariz y orejas puntiagudas y su perpetua sonrisa le delatan. Es un duende con voz grave. ¿He hablado ya de su sonrisa?

Y me he levantado para econtrármelo bajo el techo más inesperado de todos. Las nubes y más tarde la lluvia. Dos horas esperando mi turno y la presencia del duende creía que auguraba algo bueno, algo positivo. Al menos los nervios habían desaparecido (o tal vez sólo han cambiado de forma y de causa originaria y no me he dado cuenta...).

Mi turno ha llegado y el duende ahí se ha quedado, esperando el suyo.

Diez minutos después, he suspendido el exámen práctico de conducir. A la segunda va la vencida, va!


Dato importante:
Y quiero creer que es el destino, enserio..lo quiero creer.