19 de julio de 2011

My way, contigo darling.


Después de las doce primeras lunas y nuestros segundos San Fermines (este año, vuelta al trabajo) nos hemos ido unos días a la playa. Buscamos un dulce hogar para sentar la cabeza (y las maletas), porque estar durmiendo cada día en una cama diferente no es santo de nuestra devoción (a no ser que estemos de Interraíl, que no es el caso).

Sin venir al caso digo que: 
La primera vez que dejamos a mi abuela todoterreno en mi casa mientras nos íbamos de vacacaciones, el gato se escapó.
La segunda vez, Felipe Pekisú II y Felipe Pekisú III, han muerto. Pobres y feos (pero con avaricia) peces. Eso sí, que mis hermanos dejaran la pecera al sol, no ayudó.

Tenía cena de reencuentro con los compañeros de Bachiller el día 30, pero al final se ha suspendido. Es una pena que estas cosas no salgan adelante, lo pasaríamos bien. A ver si en Fiestas sale el asunto y nos juntamos!

Voy a aprovechar la lluvia del día de hoy para invertir tiempo en no hacer nada. Voy a ganar puntos en Bolsa, SEGURO.

Adiós!

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