5 de noviembre de 2009

A la hora pactada en tu sueño


Esta semana me he encontrado con un duende. No sé cómo se llama, sólo sé que es el primer duende moreno que veo, pero su nariz y orejas puntiagudas y su perpetua sonrisa le delatan. Es un duende con voz grave. ¿He hablado ya de su sonrisa?

Y me he levantado para econtrármelo bajo el techo más inesperado de todos. Las nubes y más tarde la lluvia. Dos horas esperando mi turno y la presencia del duende creía que auguraba algo bueno, algo positivo. Al menos los nervios habían desaparecido (o tal vez sólo han cambiado de forma y de causa originaria y no me he dado cuenta...).

Mi turno ha llegado y el duende ahí se ha quedado, esperando el suyo.

Diez minutos después, he suspendido el exámen práctico de conducir. A la segunda va la vencida, va!


Dato importante:
Y quiero creer que es el destino, enserio..lo quiero creer.

2 comentarios:

*leyre* dijo...

Mucho animo, que todo pasa x algo.... incluido lo del duendecillo!!!! jejeje

PD: me encanta el titulo
besooooooooooooooo!!!!

Marta (Tuki) dijo...

Justo iba a decir lo mismo que ley,que me encanta el título.Suerte con la conducción y con todo
Beso