Mirando por la ventana sin temor a caerme porque hay una pila de colchones que me amortiguan la caída. Después de días de 30 horas y de que me hayan intentado borrar de la faz de internet, aquí estoy de vuelta. Con mi blog, para todo aquel que quiera. Son días de sabores. Sabores a nombres. Porque los SanFermines no están siendo sólo de Fermín. Éstos saben a Marta, saben a que somos CAMPEONES DEL MUNDO, saben a Idoia, saben a Daniel, a Rubén, a Herni. Saben a Álex.
''Oye, me apetece besarte, ¿puedo?''
Éstos días huelen a post-viaje a Madrid. Huelen a fiesta y a pre-Interraíl (y ya van tres). Huele a música y a bailes. Huele a levantarse a las 6 de la tarde y acostarse cuando la gente se va a almorzar.Que sepáis que es bien fácil disfrutar del tacto de un puñado de fuegos artificiales en una terraza amiga.
Y después de semejante paréntesis de tiempo sólo me queda decir que AQUÍ SIGO. Si me tengo que ir, será por decisión propia. No porque alguien tenga muchas muchas ganas de hacer daño.
Caramelos.
Adiós! =)
