Andrés Iniesta. Ni te imaginas cómo te eché en falta el sábado. Qué primera parte..dios mío. Qué sufrimiento..!! Más vale que Piqué tuvo su momento de gloria..
El estado Santiago Bernabeú es glorioso. No podía cerrar la boca. Me encantó tanto por fuera como por dentro. Y aún era más bonito bañado en aquella marea roja y amarilla.
Y aunque en todo el fin de semana sólo haya dormido 7 horas, disfruté como una niña. Si es que es mi elemento. Dosis de felicidad hasta la próxima vez. (5 de Septiembre, contra Bélgica).
De momento tenemos que volver a comernos los kebabs, de pies a cabeza. Qué jodidos. Ellos no jugaban a fútbol, jugaban a rugby. También qué decir del árbitro..
Pero los de la grada donde yo estaba sentada, nos sentíamos seguros cada vez que Iker paraba la pelotica. Lo mono él.
Senna empezó jugando con botines de mantequilla pero se recuperó enseguida. Y como había llovido a Ramos se le iba el balón de largo muchas veces. Pero llegó la segunda parte (después de haber cenado en el descanso unas agradecidas magras con tomate) y todo se canalizó bastante. Iker se aburría y llegó el gol. Santo gol...afónica. Esa es la palabra.
Me quedé con muchas ganas de un segundo gol, pero no llegó. De todos modos perdí la porra y ahora me toca pagar la cena del viernes con Daniel.
En fin.
Qué fin de semana.
Postdata: Madrid me sigue sin gustar.