Esta semana me he encontrado con un duende. No sé cómo se llama, sólo sé que es el primer duende moreno que veo, pero su nariz y orejas puntiagudas y su perpetua sonrisa le delatan. Es un duende con voz grave. ¿He hablado ya de su sonrisa?
Y me he levantado para econtrármelo bajo el techo más inesperado de todos. Las nubes y más tarde la lluvia. Dos horas esperando mi turno y la presencia del duende creía que auguraba algo bueno, algo positivo. Al menos los nervios habían desaparecido (o tal vez sólo han cambiado de forma y de causa originaria y no me he dado cuenta...).
Mi turno ha llegado y el duende ahí se ha quedado, esperando el suyo.
Diez minutos después, he suspendido el exámen práctico de conducir. A la segunda va la vencida, va!
Dato importante: Y quiero creer que es el destino, enserio..lo quiero creer.
2 comentarios:
Mucho animo, que todo pasa x algo.... incluido lo del duendecillo!!!! jejeje
PD: me encanta el titulo
besooooooooooooooo!!!!
Justo iba a decir lo mismo que ley,que me encanta el título.Suerte con la conducción y con todo
Beso
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