Verás, me gustan las fresas sin nata los martes y con yogurt griego los sábados, me gusta planchar bien las camisas y tener el escritorio ordenado con tus locuras.
Verás, no me gustan los días de mucho calor y que tú estés muy lejos, porque me entra frío y entonces ya no sé qué sentir, no sé qué ropa ponerme. ¿Tres bufandas para nivelar tu ausencia o tirantes?
Verás, odio que me distraigan cuando estoy soñando despierta o cuando hago puzzles con tus pecas mientras duermo.
Verás, hay cosas que nadie sabe sobre mí. Y que seguirán siendo así no porque yo lo quiera, si no porque nadie las descubre.
Verás, no te estoy pidiendo que me entiendas sólo los días impares del mes.
Y bien.
Pero lo que no has visto es que patiendo multa, venient quae nequeas pati. Y traduzco, a fuerza de soportar mucho, llegará lo que no pueda soportarse.
''Por primera vez se avergonzó de no tener carné de conducir a sus veintidós años. Ésa era otra de las cosas que se había saltado, otro de los consabidos pasos de la vida de un joven que él había preferido no dar, a fin de seguir al margen del engranaje de la vida; como comer palomitas en el cine, sentarse en el respaldo de los bancos, no respetar la hora de volver a casa impuesta por los padres, jugar al fútbol con pelotas de papel de aluminio o quedarse desnudo ante una chica. Y pensó que eso cambiaría. Sí, se sacaría el carné cuantos antes. Y lo haría por ella, para llevarla de paseo en coche. Porque -miedo le daba admitirlo- cuando estaba con ella sentía que valía la pena hacer todas las cosas normales que hacen las personas normales.''
La soledad de los números primos.
Ahora dime,
¿Qué ves?
Adiós!
1 comentario:
Me queda poco para los 22 y tampoco tengo el carné... Y muchas veces es eso de querer hacer lo normal lo que más me desnormaliza.
Todos queremos que descubran nuestros secretos... que rompan nuestro cascarón....
Besos
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