Caos

No queráis imaginar dónde me metí anoche. Comienzo...

La semana pasada Javi antes de irse me llamó para ver si quería trabajar este sábado en una barra libre ''interesante''. Y dije que sí, claro.

Durante la semana me enteré que era una barra libre de una licenciatura (arquitectos). Los números fueron aumentando conforme pasaban los segundos: 200 personas, 400 personas, 500 personas, 550 personas... y me planté el viernes noche sabiendo que iban a ser como mínimo 900. Bueno, he estado en cosas peores, pensé.

Sábado 13. 23.25 horas. Me pongo el uniforme y marcho al hotel. Llego y...

me encuentro a CARLOS!!!!! Mi ex, ex jefe.

Y eso no son buenas noticias. Últimamente sólo trabajo con él cuando hay algo gordo y difícil. Pero bueno, he estado en cosas peores, pensé.

7 barras. 12 Camareros. Me tocó estar con Urko y Álvaro, una gozada. Hasta las 5 todo fue bien, mucha gente, no nos daba tiempo a ver las caras de quienes servíamos los cubatas de la rapidez que teníamos en las venas. Nuestra barra salió genial, de eso me alegro mucho. Peeeero...las luces se encendieron y la música acabó = la gente enloqueció.

Que si más cubatas (ya no quedaba alcohol..), que si luces apagadas, que si más música...Empezaron a saltarse las barras para ver qué quedaba. Todo el mundo quería coger sus abrigos a la vez y se saltaron el guardarropas. Todos los abrigos en el suelo. Algunos los robaron y claro...empezaron las peleas. Puertas y enchufes rotos, botellas volando...

Llamamos a la policía y junto con la seguridad del hotel los intentaron echar. Pero era imposible. Se quedaron hasta las 7 y pico... (yo tenía que estar en mi casa a las 6.30). Y cuando se fueron..por fin pudimos recoger. He llegado a casa a las 9.

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Conclusiones:

- Ahora creo firmemente que no volveré a dejarme engañar por mis jefes y eventos ''interesantes'' de este tipo. Pero, como dijo Carlos, sino contamos esto ¿Quién lo va a contar?. Estábamos aquí cuando pasó.

-Tengo la espalda fatal. Cuando recibimos la llamada de socorro del Guardarropa fuimos unos cuantos camareros a ayudar..y como el suelo no estaba precisamente limpio, ni seco, me resbalé. Y caí contra el suelo y algo más que había que se me clavó en la espalda. Qué dolor, me quedé ahí tumbada dos microsegundos porque no podía moverme, pero antes de que me diese cuenta, tres chicos que estaban por ahí me levantaron. Lo siguiente que hizo uno fue ofrecerme su cubata. Ahora no os podéis ni imaginar lo que me duele la espalda.

-Ya no pienso que he estado en cosas peores. ¿Qué será lo siguiente?

-El martes tengo que ir a trabajar a Baluarte. Con Carlos...¿Socorro?.

Siento la parrafada, tenía que contarlo.

Adiós!